Navidad en Ada Foah

La Navidad, como la vida, en Ghana es muy diferente a la de España. Al menos en nuestro pueblo, Ada Foah, la luz se va un día sí y otro también –no saben el estropicio que se monta en el frigorífico cuando se va de noche y no nos damos cuenta. Te levantas y te encuentras un charco de agua en el salón. Tus peores temores se confirman. Otra vez se rompió la cadena del frío-.

Quizá por eso nadie ha tenido la genial idea de llenar de bombillas y figuritas de colores las calles principales. La energía aquí es un lujo para millones de personas. Ya he relatado en otras ocasiones como vive la gente hacinada en infraviviendas, bajo cables que pueden provocar cualquier cortocircuito con las lluvias o las tormentas, en las barriadas pobres de las grandes ciudades. La situación se repite y se agrava en las zonas rurales. Quizá el hacinamiento es menor, pero la ausencia de servicios mínimos es igual de alarmante.

 

Grandes diferencias…

Puedo imaginarme Madrid en estos momentos. Y una sensación de desasosiego me recorre el cuerpo. Es demagogia, pero con la mitad de las luces que sobran en Cortilandia o en La Castellana, la comunidad que está detrás de mi casa, Futuenya, tendría electricidad para todo el año, por no hablar del despilfarro energético que supone.

Aquí, a las 6 pm, cuando cae el sol, nos sumimos en la oscuridad y sólo las luces de nuestra casa recuerdan que estamos en los tiempos modernos y que la época de alumbrarse con velas y candiles, y cocinar con hogueras, pasó a mejor vida. Basta asomarse por nuestra ventana para ver que hay personas que todavía viven con las condiciones del siglo XIX. Parece un belén viviente de esos que se organizan en España para celebrar la Navidad. La diferencia es que aquí es real y, cuando pasen las fiestas, la gente seguirá viviendo de la misma manera.

En reiteradas ocasiones los vecinos, con el acting Chief a la cabeza –el titular está trabajando en la región del Volta– han venido a vernos para que financiemos la electricidad para la comunidad, al menos hasta la carretera próxima, o para que presionemos al dueño de nuestra casa para que lo haga.

Vivimos en el campo y la carretera dista unos 200 metros, pero está muy oscuro, y vendría bien tirar unos cables, como primer paso. Luego ellos podrían empalmar los cables para llevar la luz a sus casas. Nos lo han explicado unas cuantas veces. Ya tienen los palos de electricidad puestos. El problema, entre otros –como por qué esta comunidad y no otra-, es quien lo paga a largo plazo, es decir, quien se hace cargo de las facturas cuando nos vayamos.

Las familias de Futuenya viven del cultivo y venta de tomates y cebollas –bastante caros para los blancos, por cierto, en relación con los precios que se barajan en el mercado- y les da para lo justo. Sus casas son muy humildes, ya lo he dicho, y sólo tienen una fuente y un pozo como lujos para las trescientas personas que viven ahí. Aun así, no pueden beber agua directamente, a menos que la hiervan o le añadan pastillas potabilizadoras.

Otra opción es comprar el agua en pequeñas bolsas de medio litro, bastante baratas –no llega a un céntimo de euro-, pero teniendo en cuenta que las familias las componen seis o siete personas, imaginen cuantas bolsas de agua necesitan para un día. Esas bolsas las vende nuestro casero –frías, tiene el único frigorífico, con el nuestro, de por aquí- y alguna tienda –calientes- del interior de la comunidad.

Otra diferencia obvia es que aquí no hace frío, el clima en el trópico no varía demasiado, salvo durante la época de lluvias, y luce el sol con desenfreno con lo que parece mentira que estemos en Navidades. ¿Dónde está el invierno? El otro día enseñé unas fotos de alguna excursión triperil por Pirineos, en la que mi hermano Dani se deslizaba a bordo de una tabla por una empinada pendiente. Los niños miraban la nieve con absoluto desconcierto. La única alteración climatológica que se vive estos días es el harmattan, el viento seco y polvoriento del Sáhara, que suaviza las temperaturas y emborrona el ambiente en todo el Golfo de Guinea.

… pequeñas similitudes

También hay algunos paralelismos navideños en Ghana. En las afueras de Acra, hay un macro centro comercial con restaurantes, bancos, hipermercados, tiendas de ropa… Los centros comerciales son esos lugares comunes en todos los lugares del mundo. Igual que los aeropuertos, o al menos, las zonas de tránsito de algunos aeropuertos. Uno entra ahí y puede estar en cualquier país. Casi puedes desplazarte por ellos con los ojos cerrados: mismo olor, misma música, mismo ajetreo. Y si los abres: mismas marcas, mismos productos y mismas estanterías. Incluso están los mismos restaurantes de comida rápida y los mismos anuncios publicitarios.

En el mes de octubre, al poco de llegar, cuando pululábamos por Acra a la búsqueda y captura de un módem para conectarme a Internet me encontré con unos abetos artificiales de Navidad en uno de los supermercados de este centro comercial. Me resultaba difícil saber que estaba en África paseando por esos pasillos, con el aire acondicionado a todo trapo y empujando el carrito de la compra.

No hemos vuelto por allí y me imagino que, si antes había tres abetos, ahora también papá Noel se descolgará por alguna de las ventanas del lugar y seguro que las personas adineradas de por aquí se entregan a la fiebre consumista. Digo que no hemos vuelto, aunque lo haremos cuando se acabe el acopio de aceite de oliva virgen extra que hicimos aquel día. Una cosa es criticar la globalización y otra vivir sin aceite de oliva virgen extra, aunque venga de Turquía, Marruecos e Italia –que de todos compramos-. Qué quieren que les diga. Uno también tiene sus contradicciones y se asumen dignidad. Y aunque este aceite no es el mismo de las olivas de Toño en Pegalajar, da el pego y lo tomamos con alegría.

También hay lotería, bueno, no hay LA LOTERÍA sino que hay casas de apuestas y la gente invierte mucho dinero en busca de la suerte. No sabría decir cuanto, porque no hay cifras oficiales, pero el lotero de Ada Kasseh me ha dicho que el negocio va bien y que su administración despacha boletos con frecuencia, y que, claro, tienen sorteo especial por Navidad. Sin embargo, nadie se agolpa frente a su caseta, como hacemos en España en Doña Manolita en Madrid o en La Bruja de Oro de Sort. Se quedó muy sorprendido cuando se lo dije.

Reuniones familiares

Las familias tienen por costumbre reunirse el 25 de diciembre y la nochebuena se celebra de forma más íntima o directamente no se celebra. No es ese macrohomenaje que nos damos las familias en España. El 26 de diciembre, boxing day / día de las cajas, también es una fecha importante –ahí se ve la herencia colonial británica- y también se pasa en familia.

Nochevieja y año nuevo también son fiesta, pero no me imagino a nadie dando las campanadas como en la Puerta del Sol o en tantas otras plazas de España. No hay muchas plazas en Ghana –aquí sólo he visto la de la Independencia en Acra– y al parecer la gente joven prefiere reunirse en la playa, hacer una gran hoguera y recibir el año nuevo al ritmo que marcan los timbales. En cuanto a los Reyes Magos, por aquí no tienen costumbre dejarse caer. Tendrían demasiado trabajo.

Para el menú, fufu o bankú, si acaso arroz blanco, por supuesto tilapia y puede que pollo frito. No veo a nadie con ganas de innovar, a pesar de que en el mercado hemos detectado un ligero incremento de precios y la llegada de nuevas viandas, como patos. Cuando estuvimos en Kumasi vi unos pavos reales y pregunté si podría trinchar uno para Navidad. Me miraron escandalizados –bien es cierto que los pavos estaban en los jardines del palacio real-.

Aquí son accesibles los cangrejos, las almejas y diferentes especies de pescado de río y de mar, y podría prepararse un menú de lujo, pero no hay mucho poder adquisitivo ni mucho interés gastronómico. La mayoría de estos productos se exportan. La comida es un bien necesario, alimento para tener energía durante el día, y de hecho no suele sentarse toda la familia a la mesa –muchas familias ni tienen mesa ni sillas- si no que cada uno come o cena cuando puede.

El caldero con el fufu o el bankú se prepara –cuando hay- por la mañana y sirve para cualquier hora. Muchas personas sólo comen eso y nadie se queja. Tampoco hay restaurantes en el pueblo –hay uno que tarda en servir los platos una hora y cuarenta y cinco minutos de reloj- ni mucha costumbre de banquetes de empresa o amigos. Esas celebraciones de las que ustedes quizá ya estén hartos. Nosotros las echamos de menos. Felices fiestas.


18 comentarios on “Navidad en Ada Foah”

  1. Tesa dice:

    Hola, Angelito, creo que una celebración en la playa, no estaría tan mal. Con algo de comida preparada que resista el calor. Podría resultar exótico y romántico, y aliviar un poco la nostalgia que podáis sentir estas fiestas de los vuestros y de las comidas ricas, que imagino que alguna vez debes salivar pensando en un buen guiso acompañado de un vino de esos que alegran el corazón.

    Me sigue sorprendiendo que en un lado del mundo despilfarremos con alegría y en el otro las personas carezcan de las mínimas condiciones para llevar una vida digna y saludable.

    Y me llama la atención la alegría de los niños, aunque carezcan de todo. Esa risa tan autentica.

    ¿Que es lo que impide compartir aunque sea lo que nos sobra? Me parece increíble que en estos tiempos siga habiendo estas diferencias abismales entre el consumismo desaforado y las carencias que tú nos vas contando como testigo directo.

    Os deseo, que sea como sea, paséis unos días emocionantes y luego nos lo cuentes.

    Muchos besos a repartir con tu chica. Bon Nadal!

    • Pues sí, cuanta razón tienes… a ver si nos damos una vuelta por las playas del oeste, que parece que están menos contaminadas. A los deshechos habituales que la gente vierte en las playas de aquí (no hay alcantarillado, ni lugar donde hacer las necesidades, ni recogida de basuras: el mar es el gran vertedero), ahora se suma un derrame de petróleo en la vecina Nigeria que podría desplazarse hacia donde nos encontramos.

      Y el despilfarro, sobre todo en esta época, es tremendo y una contradicción continua, para nosotros también. Las diferencias en los estilos de vida son abrumadoras.

      La sonrisa de los niños… tan sencilla, tan humilde, tan gratificante… Imagínate lo que uno siente cuando le despiertan por la mañana… Son los que cada día vienen a nuestro dormitorio para decirnos: good morning, bafono!… Les contestan y se descojonan… Y luego esperan que volvamos del trabajo para jugar un rato con ellos… Es de una ternura indescriptible.

      En cuanto a la situación, el problema es que no basta con compartir lo que sobra. Si fuera eso, sería fácil. El problema es el sistema. Para que nosotros podamos vivir como vivimos en Europa, hace falta que en África se viva en la miseria. Si pagáramos las materias primas a precio europeo, si elimináramos la deuda externa, si todo el mundo tuviera las mismas oportunidades… veríamos debilitarse nuestro sistema capitalista. Imagínate que para salir de la crisis en Europa, la receta más recomendada ha sido: estimular el consumo e inyectar pasta a los bancos. Es absolutamente desproporcionado. Bastaría con un reparto equitativo de los recursos para nivelar los estilos de vida. Eso supone simplemente que nosotros tendríamos que bajar nuestro nivel de vida para que el de ellos subiera. No creo que estemos dispuestos. ¡Es imposible que todos podamos vivir al tren europeo o norteamericano! El planeta no da para tanto.

      Muchos besos y mil gracias

  2. Rosa dice:

    Felices fiestas a los dos. Hace un par de días tuvimos nuestra tradicional cena de navidad, esa a la que note ha dao la gana de venir 😀 hasta mojitos tomamos este año, un ejemplo de globalización y despilfarro, te echamos de menos 😉

    • Vaya, para un año que no voy y os dais a la fiesta de verdad… Al menos mi sacrificio no ha sido en vano… Mil gracias y un besazo enorme. Felices fiestas y felices vacaciones. Me imagino que desaparecerás hoy hasta después de Reyes, como es tradición. Disfruta. Yo también os echo de menos… y, ojito, speaking broken English que no veas, o sea, yes.

  3. Lagartito dice:

    La Navidad es un lujo con chocolate traído de Togo y tu chica junto a ti. No hacen falta luces para decorar tanta claridad.

    Beso enorme, os queremos.

  4. Noelia dice:

    Feliz navidad Angel. A mi no m gusta xq faltan muchos seres queridos y no puedo estar con quien quiero. Lo bueno de la navidad es que hay quienes en estas fechas se recuerdan de les que menos tienen, aunque a mi eso me enfada. Me explico, los más necesitados lo son todo el año no sólo estos dias. Ojalá todos nos deamos cuenta que nuestra colaboraración es precisa todos los dias del año y ayudemos siempre, ese es uno de mis deseos para el proximo año. Angel feliz navidad y prospero año nuevo

    • ángel gonzalo dice:

      Feliz Navidad, Noelia. Yo siento Lo mismo en estas fiestas. Desde pequeño me he preguntado por qué el espíritu navideño del buen rollo no dura todo el año. Tambien me acuerdo de quiénes no están y de quiénes se quedaron en el camino. Son días extraños. Vivirlos tan lejos hoy no cambia los sentimientos. Te mando un abrazo muy fuerte. Mil gracias por pasar por aquí.

  5. Ali dice:

    BROTHER!!! Te noto un poco melancolico!

    Sinceramente te tengo que decir que desde aquí se echa de menos aquello, y desde allí se añoraba esto, pero realmente cuando miras la nieve de esas fotos se te ha olvidado ese frio que sube por los pies como si entrara por la raices de tu cuerpo y poco a poco se va apoderando de toda tu savia, te das cuenta que AQUI HACE MUCHOO FRIO!!
    Con vuestra complicidad prolongamos el verano! y ahora vienen las consecuencias de ese salto estacional!
    Chicos! Ale! a disfrutar del Chocolate de Togo, del cariño de Anyapo, la comida de mama Ruth, las fiestas en la playa, del fufu de Albert, la musiquita del rasra a las 13.30,las hogueras en la playa, de la globalización, y de vosotros mismos!

    Un besoooo Enorme!

    Ali

    • ángel gonzalo dice:

      Hey, sister… Ya sabes, la melancolía de estas entrañables fiestas y la nostalgia de las ausencias… Aunque hemos encontrado un lugar mágico al oeste, cerca de Costa de Marfil… Qué rabia no haberlo descubierto juntos. Un abrazo. Mañana volvemos a la actividad. Bs

  6. Silvia dice:

    Vaya experiencia la del rittual al que asististéis!

    Qué bien estuvo brindar por vosotros en la cena mientras estabais al otro lado del teléfono.

    Como dice vuestra amiga Ali, aqui hace mucho frio, seguro que hasta lo echáis de menos, pero si te sirve de consuelo tengo un dolor de garganta que casi no puedo beber agua.

    Os queremos, ya lo sabéis. Gracias otra vez.
    Feliz año, mil besos!!

    • ángel gonzalo dice:

      Sí, el ritual fue de órdago… Y ahora seguimos a la espera de nuevas aventuras. Es un gusto sentidos cerca y una pitada teneros lejos… Un beso enorme

  7. Pachi dice:

    Feliz año nuevo Ángel.

  8. Mammalian dice:

    Vaya experiencia la del ritual !!! Acojona un poco.

    Lo del cacao ya me lo imaginaba, pero me ha impactado la foto del hombre secándolo. Hace vigente lo de los modos de producción de Marx. Antes eran los burgueses y ahora somos los países del norte.

    Seguro que ahora si que te vas a creer lo de que en Navidad nace el Señor Dios: «El Señor es mi luz y mi salvación…Danos tu luz». Se nota mi pasado en colegio de curas.
    Los días cada vez serán más largos, y seguro que lo agradecéis. Aquí con tanta luz, ni nos damos cuenta de la importancia que tenía para un montón de cosas…..

    Bueno, de la fiestas que decir:

    FELICES FALSEDADES!!!!

    Un abrazo fuerte y que el año que viene se cumplan tus deseos.

    • ángel gonzalo dice:

      Mil gracias, colega. El ritual era para verlo… Salimos más blancos… Lo del cacao… Otra vergüenza más. Y sobre las fiestas, aquí tienen un sentido religioso incuestionable. Es el nacimiento de Jesús y lo celebran en los templos por todo lo alto. Nada de comidas en familia, de fiestas en bares, de reuniones de amigos… Cada oveja con su pastor… Y los que no tenemos, a la playa, con los guiris. Ha sido impresionante escuchar los sermones, los cánticos… La gente se sentía realmente feliz porque nacía el hijo de Dios, aunque no tuvieran nada que llevarse a la boca, nada con lo que calzarse o nada con lo que alumbrarse… Te juro que no son metáforas… La presencia de la religión es más que abrumadora. Es brutal. Te recomiendo que leas los tres posts sobre religion en África que ha escrito recientemente Chema Caballero en el blog de El País «África no es un país». Describen la situación tremendamente y habla de Ghana y de cómo están montadas estás nuevas iglesias. Nosotros vivimos al lado de una de Pentecostés. La gente no tendrá luz, pero la iglesia brilla con luz propia. Tela… Y sí, ahora más que nunca, felices falsedades y hasta pronto!!!

  9. Mammalian dice:

    Salimos en este momento a la San Silvestre de Arévalo. Te vamos a echar de menos

    Un abrazo

    • ángel gonzalo dice:

      En ese momento en que me escribías yo también corría… Pero hacia el baño!!! Pasé Nochevieja con una fiebre altísima y diarrea… Me castigó Neptuno por trapiñarnos un atún el día anterior. Estuve a punto de negarme, pero vino el pescador, nos lo ofreció, encontramos una mujer que nos lo cocinaba… Me vendí. Yo también os echó de menos. Feliz año


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